Los problemas sexuales son un tema difícil de tratar, y entre los hombres la forma más común de ese problema es la disfunción eréctil. Esta condición, que afecta a millones de personas, tiene muchas causas, pero una causa menos conocida es la enfermedad de Parkinson. Pero, ¿cómo afecta un trastorno del sistema nervioso degenerativo lento su capacidad para lograr una erección? ¿Y qué se puede hacer al respecto? Busquemos algunas respuestas a estas preguntas.
Causas de la disfunción eréctil
Hay muchas causas físicas de la disfunción eréctil, como la falta de flujo de sangre al pene, la incapacidad del pene para atrapar la sangre durante una erección, las señales nerviosas que no llegan, el daño nervioso relacionado con la diabetes y varios medicamentos. Puede tener un mayor riesgo de estas y otras causas si:
Tiene más de 50 años
Padece diabetes
Tiene hipertensión (presión arterial alta)
Sufre de enfermedades cardiovasculares
Fuma
Toma alcohol en exceso
Tiene obesidad
Es sedentario
Los problemas emocionales también pueden provocar disfunción eréctil, como depresión, ansiedad, estrés y problemas de relación.
Cómo se vinculan el Parkinson y la disfunción eréctil
La enfermedad de Parkinson es una condición que deteriora gradualmente el sistema nervioso, lo que puede afectar directamente el movimiento. Puede reducir su capacidad para mostrar expresiones, causar temblores, afectar el habla y provocar rigidez y lentitud en los movimientos. También afecta su sistema nervioso autónomo, y eso afecta su función y respuesta sexual.
La enfermedad causa la muerte de las células productoras de dopamina, al dañar las neuronas en la sustancia negra del cerebro, que es vital para modular el movimiento motor. Sin la función adecuada de dopamina en el cuerpo, tendrá problemas para transmitir señales para coordinar el movimiento del músculo liso, que es fundamental para la función sexual. Todo esto da como resultado una coordinación sexual alterada, disfunción eréctil y falta de clímax.
Métodos de tratamiento
Tanto el Parkinson como la disfunción eréctil pueden tener efectos graves en la vida personal, especialmente en las relaciones. El tratamiento se puede manejar de muchas maneras diferentes. Si tiene problemas tanto con la enfermedad de Parkinson como con la disfunción eréctil, puede beneficiarse de los enfoques comunes para la disfunción eréctil, como la medicación, al mismo tiempo que aborda los desafíos únicos de la enfermedad de Parkinson.
Relaciones
La comunicación es una parte vital de cualquier relación. Esto incluye discutir los síntomas y cómo la condición está afectando a ambos miembros de la pareja, incluso en el asesoramiento. Esto puede reducir la ansiedad en torno a la intimidad, y debido a que los factores emocionales a menudo contribuyen a la disfunción eréctil, abordar el problema de la relación de frente puede mejorar directamente los síntomas de la disfunción eréctil.
Trabajando alrededor de las limitaciones físicas
Programar cualquier encuentro sexual cuando se sienta mejor (los síntomas suelen ser menos graves en la primera parte del día) y evitar la fatiga con ejercicios puede facilitar las cosas. Con el tiempo, se vuelve más instintivo sortear las limitaciones de la enfermedad de Parkinson, para que aún pueda disfrutar de la espontaneidad en su vida sexual.
Medicamentos
Los medicamentos para la disfunción eréctil pueden ayudar a restaurar la función. Al ayudar a mejorar los obstáculos físicos que interfieren con el sexo, muchas parejas reportan un aumento en el deseo y la satisfacción sexual.
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